La verdad es que teníamos ganas de probar unos accesorios como los que nos ha cedido amablemente CamelBak: y es que todo lo que hace esta marca destaca por una alta calidad de fabricación y, sobre todo, por unas soluciones innovadoras que facilitan su utilización, brindándoles de una gran practicidad que, al final, es lo que cuenta.
La línea M.U.L.E. se compone de multitud de accesorios, tanto para el Gravel como para el ciclismo de montaña. Pero, como en los últimos tiempos la categoría de bicicletas para la ‘grava’ está tan de moda, los elementos disponibles en CamelBak para ellas está aumentando exponencialmente.
Estos dos accesorios que traemos se han presentado recientemente, por lo que podemos decir que los estamos testando ‘casi’ en exclusiva. Y son la bolsa de cuadro M.U.L.E. y la bolsa de sillín M.U.L.E. 9.
Lo confesamos: nos ha encantado este accesorio. Aunque pueda parecer que está destinado al bikepacking (para realizar grandes rutas), nada más lejos de la realidad: esta bolsa es una perfecta compañera para el día a día, tanto para las salidas de unas pocas horas por nuestro entorno como para usar en desplazamientos cotidianos a hacer la compra o para ir al trabajo.
En la nota informativa de CamelBak leemos que esta bolsa está “hecha de velas de barco recicladas”. El caso es que la calidad de realización es buenísima y en los muchos kilómetros que hemos realizado con ella, no ha dado síntomas de desgaste. Las cremalleras son impermeables (y de muy buena calidad), las costuras son impecables y las cintas de velcro para ajustar la bolsa al cuadro son de lo mejorcito que hemos visto.
Existe en dos dimensiones, dependiendo de la talla de cuadro que tengamos: la nuestra era la talla L, la más grande (48cm x 18cm x 5cm), mostrando una gran capacidad de carga. Dentro hay diferentes compartimentos para llevar separado lo que necesitemos: nosotros llevábamos una bomba de inflar, una cámara, los desmontables, la multiherramientas, un troncha cadenas, la cartera, el móvil, dos barritas energéticas. La verdad es que tiene capacidad más que de sobra.
Dentro está la bolsa de hidratación o ‘Quick Stow 2L Bike Reservoir’: con 2 litros de capacidad tenemos suficiente líquido para casi cualquier tipo de rutas. El tubo que tiene, sale por un lateral y, mediante una pequeña pieza, lo anclamos la boquilla al manillar. Hay que acostumbrarse a quitar el ‘tubito’ del anclaje, abrir el cierre de seguridad (genial para que no salga el agua en marcha), llevárselo a la boca, beber y volver a ponerlo en su sitio. En pocos kilómetros, la operación acabó resultando muy fácil e intuitiva.
Por cierto, el tubo es muy largo, por lo que hay que cortarlo a la medida que deseemos; y es algo que hay que hacer porque llevarlo medio enrollado dentro de la bolsa no es buena idea ya que se acaba doblando en algún punto, por lo que el suministro de agua se corta.
En definitiva, esta bolsa es un accesorio muy práctico, que nos permite llevar con nosotros mucho líquido para hidratarnos y también para portar lo habitual (¡y más que lo habitual!) que se lleva encima. Y sin llevar mochilas, ni pequeñas bolsas bajo el sillín, ni uno ni dos ni tres bidones…
Más información: Bolsa de cuadro CamelBak M.U.L.E.
Esta bolsa está indicada para complementar otros elementos de equipaje si queremos hacer una escapadita (o un viaje de mayor envergadura) con nuestra eGravel.
Al igual que la bolsa de cuadro, su calidad es altísima, tanto en el material (también son velas de barco) como en la terminación. Todo rezuma una gran sensación de resistencia al duro trato y es impermeable (certificación IPX5). Las cintas que anclan la bolsa al sillín (se ajustan con un cierre tipo ‘clip’) son muy consistentes.
El sistema de cierre es enrollable, siendo atado con una goma elástica, que sirve además para ceñir la bolsa. Esa misma goma nos permite llevar fuera de la bolsa alguna pequeña prenda tipo chubasquero, y que de esa manera quede más a manos si se pone a llover.
A nivel práctico, esta bolsa no nos ha parecido tan versátil como la del cuadro. Primero porque está diseñada para viajes y no para estar constantemente metiendo y sacando cosas (no tiene en el interior ningún tipo de compartimento).
Por otro lado, porque 9 litros de capacidad no dan para mucho: como decíamos, esta bolsa complementa otras que podamos montar, como pueden ser la del manillar, la del cuadro o incluso unas alforjas.
Nos ha gustado que en marcha ni estorba a la conducción ni ofrece movimientos extraños cuando el terreno se pone feo. Por cierto, de cara a proporcionar mayor seguridad a la hora de salir de noche, se le han incorporado diferentes bandas reflectantes.
La conclusión es muy positiva, con una buena realización, facilidad en el montaje y seguridad a la hora de circular gracias a que va muy bien sujeta. Eso sí, su capacidad obliga a llevar más accesorios con nosotros.
Más información en: Bolsa de sillín M.U.L.E. 9
Redactor y probador de Híbridos y Eléctricos. Cubre información de las últimas novedades sobre ciclismo y bicicletas eléctricas.
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