“Mick Schumacher desestimado” es uno de los titulares más extravagantes, aunque adecuadamente llamativos, de la noticia de que Valtteri Bottas y Sergio Pérez pilotarán para Cadillac cuando la marca de General Motors aparezca en la parrilla de la Fórmula 1 la próxima temporada.
Es cierto que Schumacher Jr. era uno de los nombres que se barajaban, junto con Franco Colapinto, Guanyu Zhou, Felipe Drugovich, Jack Doohan, Frederik Vesti y Jak Crawford. Pero eso empieza a sonar peligrosamente como una lista, y el director del equipo, Graeme Lowdon, ha dicho en repetidas ocasiones que nunca hubo una.
Tal vez, entonces, podamos caracterizar el proceso de elección como “mirar escaparates”. El humorista estadounidense PJ O’Rourke publicó una vez una colección de obras titulada Age and Guile Beat Youth, Innocence and A Bad Haircut (La edad y la astucia vencen a la juventud, la inocencia y un mal corte de pelo), pero con Bottas, Cadillac ha traído una combinación de estos elementos teóricamente yuxtapuestos. Pérez también ofrece una gran experiencia, junto con una barba más comedida (por ahora).
Son conocidos, a diferencia de la maraña de ‘desconocidos’ que aparecen representados en la lista que no es una lista. O, en el caso de Mick Schumacher, una conocida propensión a generar grandes facturas de reparaciones.
Mick Schumacher, accidente del Haas VF-22
Foto: Steven Tee / Motorsport Images
El finlandés llega con la reputación de ser un piloto decentemente rápido que se lleva bien con sus compañeros de equipo, y es un par de manos seguras, aunque hay una pequeña ironía en su emparejamiento con el mexicano. Uno de los pocos días de Valtteri que acabaron antes de tiempo, en el GP de Hungría de 2021, le llevó a hacer un ‘strike’ contra Checo (y varios más) en la salida. Los dos también chocaron en Abu Dhabi el año pasado.
Así que sería fácil concluir que la decisión de Cadillac fue dictada por un aburrido conservadurismo, junto con el encanto del valor comercial de Pérez en el lucrativo mercado sudamericano. Pero Dan Towriss, CEO del proyecto de Fórmula 1, dejó claro que Cadillac hizo una debida diligencia en ambos casos, abordando las cuestiones de si Bottas seguía siendo lo suficientemente rápido, y hasta qué punto un coche inferior desempeñó un papel clave en los miserables meses finales de Pérez en Red Bull.
“Pasamos mucho tiempo mirando la experiencia pasada, y cuál era el estado en Sauber, cómo Valtteri se desempeñó con el coche que está allí“, dijo Towriss en un encuentro con los medios este martes, al que acudió Mortorsport.com. “Además del rendimiento en clasificación frente al rendimiento en carrera”.
“Luego, en particular, probablemente un escenario más complicado fue Red Bull, ¿verdad? Ha sido una saga interesante de ver. Un equipo que está realmente construido en torno a un piloto, pero tiene dos, y claramente ninguno de los otros pilotos les ha ido bien en ese segundo asiento, desde ese punto de vista. Así que nos tomamos mucho tiempo para hablar con la gente de Red Bull y obtener información y comentarios“.
Al menos de cara al público, el mensaje es que la experiencia prevalece. “Creo que tanto Checo como Valtteri tienen muchos seguidores desde un punto de vista comercial y de patrocinio, por haber estado en la Fórmula 1 durante muchos, muchos años. Pero eso realmente no fue un factor. Fue su experiencia”, explicó Towriss.
Pero como Cadillac es, en principio, una entidad estadounidense, aunque el proyecto de F1 vaya a llevarse a cabo desde el “Motorsport Valley” del Reino Unido, habrá preguntas obvias en el mundo en general -más allá de los fandoms- sobre por qué no había ningún piloto estadounidense disponible. Aunque, en teoría, lo había, ya que el nombre de Jak Crawford estaba en la lista.
Jak Crawford, Aston Martin F1 Team, durante el Gran Premio de Bahrein de F1.
Foto: Bryn Lennon / Fórmula 1 / Getty Images
Crawford, que actualmente corre para DAMS en la Fórmula 2 y es segundo tras Leonardo Fornaroli en la clasificación del campeonato, está en su tercer año en esa categoría, por lo que tiene que apuntar a un paso adelante en 2026. Pero también forma parte del programa de desarrollo de pilotos de Aston Martin y está muy involucrado en el proyecto de la F1 2026 del equipo, a través del trabajo de simulación.
Aunque ganara el título de la F2 este año, corre el riesgo de acabar en el mismo barco que el campeón de 2022, Felipe Drugovich, que lleva casi tres temporadas calentando infructuosamente el banquillo de Aston Martin. El brasileño, como se recordará, también estaba en la lista de descartados de Cadillac.
Se entiende que una de las razones por las que Cadillac pasó de Crawford fue el miedo a seguir una trayectoria similar a la de Williams con Logan Sargeant, en la que un coche desafiante convirtió rápidamente a un joven seguro de sí mismo en una ruina temblorosa.
Si la experiencia es un requisito, se podría decir, entonces, ¿por qué no acercarse a pilotos como Alex Palou y Pato O’Ward, no nacidos en Estados Unidos, pero exitosos en la IndyCar, con un gran perfil en el país y un conocido deseo de probar suerte en la F1? Palou hizo algunas pruebas con coches antiguos para McLaren en 2022, junto con una sesión de Libres 1 en el GP de Estados Unidos, pero el ardor de los de Woking por él se ha enfriado (una demanda de 30 millones de dólares por incumplimiento de contrato provoca ese tipo de cosas), y apenas se le ha visto en la órbita del Gran Circo desde entonces. Aparte de la reciente historia de la ‘silly season’ que le ha relacionado con Red Bull.
Alex Palou, McLaren F1 probando en Barcelona
Foto: Monaco Increase Management
O’Ward también ha pilotado un McLaren, la última vez en la FP1 de su México natal el año pasado, pero eso parecía más un ejercicio de relaciones públicas, ya que se le encargó evaluar nuevos componentes aerodinámicos y se le advirtió explícitamente que no fuera demasiado rápido. Hasta que un equipo de F1 esté dispuesto a dar a un piloto de IndyCar una oportunidad adecuada, lo que implicará una buena cantidad de test para aclimatarse a las diferentes características, la perspectiva de que un piloto estadounidense de primera línea cambie de disciplina sigue siendo lejana.
Parece una cuestión de educación más que de naturaleza, ya que los pilotos estadounidenses que aspiran a competir en la F1 todavía tienen que hacer su elección a una edad temprana y abordar la carrera deportiva en Europa en lugar de en Estados Unidos. Pero éste es un tema que se explica mejor mediante un diagrama de flujo.
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