La confirmación oficial de la salida de Helmut Marko como asesor principal de Red Bull Racing llegó el martes, poniendo fin a una era de más de veinte años en la Fórmula 1. Aunque su contrato estaba vigente hasta 2026, no se cumplirá. La decisión se tomó durante conversaciones en Abu Dhabi con la dirección del equipo, incluido el jefe de deportes Oliver Mintzlaff.
Según la versión oficial, Marko se retira a sus 82 años, una decisión presentada como natural. Sin embargo, varios factores confluyeron en este desenlace. En primer lugar, la empresa matriz austriaca está reafirmando su control sobre las operaciones de F1, un proceso iniciado tras la disputa de poder con Christian Horner, buscando mayor estabilidad para sus equipos.
Este cambio de enfoque se refleja en áreas como las Relaciones Públicas, donde Red Bull ha nombrado a un nuevo responsable desde su sede central, reemplazando a Paul Smith, quien dejó el cargo junto a Horner.
Uno de los puntos clave fue la divergencia en la selección de pilotos. Marko, históricamente la voz decisiva en el programa de jóvenes talentos, mostró interés en fichar al piloto Alex Dunne tras su salida de McLaren. Sin embargo, la cúpula de Red Bull no estaba convencida y frenó la operación, evidenciando un cambio en las dinámicas internas. Marko declaró que necesitaba sentirse «cómodo» para continuar, una sintonía que parecía haberse roto.
Su estilo directo y sin filtros, una rareza en el actual panorama mediático de la F1, también jugó un papel. Aunque apreciado por medios y aficionados, sus declaraciones a veces generaban complicaciones, como ocurrió en Qatar con sus polémicos comentarios sobre Andrea Kimi Antonelli, que obligaron al equipo a emitir una disculpa oficial. En una estructura que busca mayor centralización y control, su perfil resultaba cada vez menos compatible.
La gran incógnita es el impacto en Max Verstappen. Marko fue el artífice de su llegada a la F1 y su mentor. La lealtad entre ambos es conocida, hasta el punto de que Verstappen llegó a afirmar: «Si Helmut se va, yo también me voy». Aunque fuentes cercanas matizan esta postura, y tanto la rama austriaca como la tailandesa han reafirmado su compromiso con el tricampeón, su futuro a largo plazo parece ligado a dos factores: el rendimiento del equipo en 2026 —con el nuevo motor en colaboración con Ford— y su opinión sobre el nuevo reglamento técnico.
Red Bull logró neutralizar la llamada «cláusula Marko» en el contrato de Verstappen el año pasado, pero las cláusulas de rendimiento siguen vigentes. Todo apunta a que la competitividad del equipo será el elemento decisivo.
Finalmente, queda por definir quién asumirá el programa de jóvenes pilotos y cómo se reorganizará la estructura técnica. El legado de Marko es innegable: ocho títulos de pilotos, seis de constructores y 130 victorias, forjando campeones como Sebastian Vettel y Max Verstappen.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**

