El Dacia Spring bien puede ser lo que, hace años -y aún hoy por muchos- se considera el arquetipo ideal de un coche eléctrico urbano. Ligero y ágil, capaz, con un maletero más que notable -308 L- y con unas prestaciones y autonomía suficientes para realizar trayectos urbanos e interurbanos.
Y si bien el concepto de coche eléctrico se ha ido ampliando hasta que los fabricantes han sacado enormes todo terrenos o coches eléctricos con cerca de 1.000 km de autonomía real; el Dacia Spring y todo lo que representa ha sido un éxito comercial: desde 2021 la marca ha vendido más de 150.000 unidades -61.803 de ellos el pasado 2023- y en 2022 y 2023 fue el tercer coche eléctrico más vendido a particulares en Europa.
Además, el Dacia Spring ha servido de introducción a los coches eléctricos a muchos usuarios; no en vano la marca del Grupo Renault indica que hasta el 93 % de los compradores de este coche era la primera vez que adquirían un coche eléctrico.
El Dacia Spring 2024 no cambia apenas respecto al lanzado en 2021; al menos estructuralmente. El nuevo modelo sigue midiendo 3,70 metros de longitud, 1,58 m de anchura y 1,52 m de altura.
Ahora, eso sí, aumenta su capacidad de malero, que pasa de los 290 litros indicados por Dacia a los 308 L -algo que ha logrado, entre otras cuestiones, sustituyendo la rueda de repuesto por un kit antipinchazos-, lo que supone el maletero más grande de su segmento; una capacidad que, asimismo, se puede aumentar hasta los 1.004 L si se abaten las plazas traseras. Además, bajo el capó delantero existe un vano que ofrece otros 35 L de capacidad.
Pero, a nivel estético, se trata de un coche completamente renovado -Dacia indica que excepto el techo, las ventanillas y el parabrisas delantero, no comparte ninguna pieza con su antecesor- y con un aspecto general mucho más moderno.
Con una estética más viva y actual, incluye ya los detalles de los últimos Dacia, como los faros delanteros en forma de Y o llantas de 14 o 15” en función del acabado escogido -en realidad, llantas de acero con tapacubos, que el Spring sigue siendo un modelo de precio ajustado-, pero con un diseño actual y bastante logrado.
Esa modernidad también se ve reflejada -y mucho- en el interior, que recibe un nuevo volante pero, sobre todo, una nueva consola central, con mandos de nuevo diseño -contemporáneo al de los actuales Dacia- y tacto logrado.
La apariencia general es mucho más vistosa, resultado de unos plásticos -siempre duros, pero texturizados y de correcto ajuste- que incluyen inserciones en color y de la adopción, para toda la gama, de una pantalla de 7 pulgadas a modo de cuadro de instrumentos para el conductor.
Además, en el acabado más elevado, el denominado Extreme, el Dacia Spring incluye una pantalla multimedia central de 10 pulgadas, similar a la del Dacia Duster, que incluso incluye conectividad inalámbrica con Android Auto y Apple Car Play.
Un último detalle a tener en cuenta es que que la marca ha ampliado ligeramente, de 30 L a 33 L, la capacidad de los huecos disponibles en el interior que, eso sí, se agrupan mayoritariamente en el área de actuación del acompañante delantero.
En resumen, la sensación del nuevo Dacia Spring si se compara con el anterior modelo, es que se pasa de un coche austero y con una calidad percibida mejorable a un modelo más que aseado y que ha dado un gran salto adelante en cuanto a estética, pero sin perder su espíritu eminentemente práctico.
Pero, pese a las mejoras estéticas y de equipamiento que incluye, el tamaño del Dacia Spring es el que es, y su altura -recordemos, 1,52 m- implica que no está pensado para personas especialmente altas. Así, las cuatro butacas -porque el coche sólo está homologado para cuatro plazas– son algo cortas y también estrechas.
En las plazas delanteras, una persona de más de 1,85 m que se siente muy erguida puede llegar a tocar con la cabeza en el guarnecido del techo. Y si buscamos una solución, como tratar de inclinar hacia atrás los asientos, veremos que, uno, los reposacabezas van unidos al asiento y si inclinamos el respaldo de este hacia atrás; quedan muy alejados de nuestra nuca. Y dos, y esto es lo peor, que el volante no se puede regular en profundidad.
Al menos, el nuevo Dacia Spring sí ha incluido una nueva columna de dirección, con la que el volante es regulable en altura -el anterior modelo no incluía esta posibilidad-, pero lo que no se regula en altura es el asiento del conductor.
Y eso nos lleva a otro fallo señalado del Dacia Spring para con los conductores altos. El asiento, al no poder regularse en altura, queda en posición elevada, lo que sumado a la propia altura del conductor hace que el borde superior de la luneta delantera quede, a poco que éste mida más de 1,85 m, a la altura de sus cejas, directamente en su línea de visión; lo que supone una pérdida de visibilidad. Es más, es fácil que, en la búsqueda de una mejor visión, este conductor se descubra conduciendo algo encorvado.
Otro aspecto que le resta puntos al puesto de conducción del Dacia Spring es el hecho de que no cuenta con ningún apoyo para el descanso del pie izquierdo del conductor. Esto hace que instintivamente, este lo apoye en el piso plano, lo que retrasa la posición de su rodilla izquierda, que es posible que choque con el guarnecido de la puerta del conductor.
A su favor, eso sí, tenemos que señalar que el urbano de Dacia cuenta con regulación en altura de los cinturones, una característica no muy común en este segmento del mercado.
En cuanto a las plazas traseras, este Dacia, con una distancia entre ejes de 2,42, no ofrece excesivo espacio para las piernas. Y con eso queremos decir el espacio interior del coche es adecuado para cuatro adultos de 1,80 m y no muy corpulentos. Si los ocupantes delanteros son más altos, las plazas traseras quedarán relegadas a niños de mediana y pequeña edad.
Pese a la actualización estética y de equipamiento, el Dacia Spring sigue ofreciendo en su gama el motor de 33 kW/45 CV y 125 Nm de par con el que se lanzó en 2021 y el que se comenzó a comercializar en febrero de 2023, aquel de 48 kW/65 CV, con 113 Nm de par disponible.
Para ambos propulsores, la batería, de ion-litio es una de 26,8 kW. Y la autonomía es la misma, de 225 km. Y esto pese a que el consumo del motor menos potente es curiosamente, algo mayor que el de propulsor de 65 CV: el Spring de 45 CV homologa 14,1 kW/h de consumo frente a los 13,5 kWh/100 km del motor con mayor potencia.
En cuanto a las prestaciones, la velocidad máxima de ambas versiones es la misma: 125 km que se traducen en 130 o 131 km de marcador. Lo que varía, lógicamente, es la aceleración. Y si el Dacia Spring con el motor de 45 CV, acelera de 0 a 100 km/h en 19,7 segundos; el de 65 CV lo logra en 13,7 segundos.
Otra cuestión a tener en cuenta es que ambas versiones cuentan con un programa de gestión de motor denominado Eco, accionable desde un botón en el salpicadero y con el que la velocidad máxima queda limitada a 100 km/h y, la capacidad de aceleración, notablemente disminuida. No recomendamos su uso excepto en recorridos plenamente urbanos, porque roba mucha agilidad al modelo más pequeño de Dacia.
La marca señala que, con este programa, el Spring puede ganar hasta un 10% de autonomía. Y si bien nosotros y durante esta prueba no hemos podido verificarlo, sí lo hicimos en la versión anterior del modelo, pero la ganancia total de autonomía se quedaba en el 4% o en el 5%.
En cuanto a la recarga, el Dacia Spring incorpora un cargador embarcado de hasta 7 kW -aunque opcionalmente se puede solicitar con uno de 30 kW-; esto supone que conectado a un enchufe doméstico habitual de 220 V y 10 amperios, este Dacia tarda en recargarse del 20 al 80% en algo menos de 11 horas, mientras que si lo conectamos a un enchufe de 220 V de tipo Green’up -esto es, con una potencia de 3,7 kW y con hasta 16 A de corriente-, esta recarga requiere menos de siete horas.
Hemos de señalar que, como novedad en la gama 2024 del Dacia Spring, este ha pasado a contar con un modo B de máxima regeneración de energía durante la frenada. Y que, como curiosidad, la versión tope de gama, aquella con el acabado Extreme, incluye de serie la tecnología V2L, que permite utilizar el vehículo como batería para recargar o hacer funcionar dispositivos eléctricos, o incluso recargar otros coches eléctricos.
La gama del Dacia Spring a la venta en España se limita a dos acabados, el Expression y el Extreme.
El acabado Expression se ofrece indistintamente con los motores de 45 y de 65 CV, mientras que el Extreme sólo está a la venta asociado al motor más potente.
La terminación inicial Expression ya incorpora de serie elementos como seis airbags, control de y limitador de velocidad, volante con mandos multifunción, aire acondicionado, luces automáticas elevalunas eléctricos delanteros y Bluetooth.
A lo anterior, la terminación Extreme suma cámara de visión trasera, retrovisores eléctricos, elevalunas eléctricos traseros, preclimatización del habitáculo a través de la app de la marca, tapicería mixta de tela y cuero, alfombrillas, navegador o la citada tecnología V2L.
El Spring, con sus escasas dimensiones de longitud y anchura -3,7 m y 1,58 m respectivamente- y junto a la viveza que le otorga la respuesta de su motor eléctrico y su ligereza -el peso mínimo de este vehículo, sin conductor, es de 984 kg-, es un ‘animal de ciudad.
Capaz de girar 180 grados en apenas 4,8 m, es capaz de callejear con notable agilidad, algo a lo que ayuda la respuesta de su motor desde parado y hasta los 60 ó 70 km de velocidad. Pero para callejear su conductor tendrá que mover notablemente el volante, ya que la dirección de este Dacia ofrece hasta 3,2 vueltas de tope a tope.
Además, la dirección del Spring -y aunque Dacia señala que en esta versión 2024 ha mejorado su precisión- sigue pecando de cierta holgura y de excesiva ligereza a alta velocidad, sin trasmitir información ni demasiada confianza al conductor.
El Spring ofrece una altura de 15 cm sobre el suelo, lo que le ayuda a superar baches y badenes, pero pese a ello y lo estrecho de su carrocería, no resulta un coche inestable. Y aunque su suspensión no es la más refinada del mundo -resulta algo brusca al digerir los citados badenes- mantiene la carrocería del coche aplomada en todo momento.
El equipo de frenos, pese a llevar tambores en el eje trasero, es suficiente para detener en coche en cualquier circunstancia. Y ojo, porque este Spring alcanza velocidades notables. De hecho, es capaz de circular perfectamente en autovía a 120 km/h e incluso a algo más, pero ojo, porque dada su velocidad máxima de 125 km/h, a la hora de adelantar habrá que planear la maniobra con suficiente antelación y espacio.
Otra cuestión a reseñar a la hora de circular con el Spring a velocidades legales en autovía es el escaso aislamiento acústico. Hablamos de un coche low cost y no es el mejor de su segmento: es notable, pero tampoco resulta excesivamente molesto.
Durante nuestra prueba, el Dacia Spring 65 CV, que homologa 13,5 kWh/100 km debido, entre otras cuestiones, a una cabal elección de neumáticos en medida 165/65/ R15; ha gastado poco más de esa cifra. En concreto y sin realizar una conducción particularmente cuidadosa -de hecho, por olvido, no hemos recurrido habitualmente al modo B de regeneración de energía-, hemos gastado a 14,5 kWh en ciudad y unos 16 kWh/100 km en vías rápidas y carreteras de circunvalación.
Aunque ojo, durante nuestro trayecto, el consumo se ha visto penalizado por una cuestión muy evidente, el frío reinante durante una mañana en Madrid, lo que nos ha obligado a mantener la calefacción constantemente encendida.
Eso sí, la escasa autonomía del coche hace que sea necesario tenerla en cuenta para calcular las distancias a recorrer. Así, por ejemplo, y con los consumos de 16 kWh/100 km en carretera logrados durante nuestra prueba -que, sin tanto frío, hubieran sido muy fáciles de mejorar-, la autonomía real del coche en carretera a velocidades legales no superaría los 170 kilómetros.
Los precios del Dacia Spring parten de los 17.890 euros que cuesta la versión de acceso a la gama, aquella con 45 CV y acabado Expression. El paso al motor de 65 CV supone otros 1.000 euros -que recomendamos sin dudarlo un segundo-, mientras que optar por el acabado Extreme implica otros 1.000 euros extra.
Ahora bien, estos precios no incluyen las ayudas del Plan MOVES III, vigente hasta el próximo 31 de diciembre. Y hay que recordar que, comprando un eléctrico y entregando para achatarrar un vehículo de más de siete años, se puede optar a 7.000 euros de ayuda.
Con ellos, los precios del Dacia Spring 2024 arrancan en los 10.890 euros, en los 11.890 euros para el motor de 65 CV y en 12.890 euros para la versión más equipada, la Extreme con el motor más potente.
Precios del Dacia Spring sin ayudas del Gobierno:
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