¿Qué es la 'curva de pato' y por qué afecta a la factura de la luz? Así es como el coche eléctrico influye en ella

Título: ¿Qué es la ‘curva de pato’ y por qué afecta a la factura de la luz? Así es como el coche eléctrico influye en ella

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La curva del pato es un concepto clave en la operación de redes eléctricas que ilustra el patrón de consumo de electricidad a lo largo de un día típico. Esta curva representa la demanda neta de electricidad, mostrando picos de consumo en las horas de la mañana y la tarde, con un notable descenso durante las horas centrales del día. Gráficamente, la curva se asemeja a la forma de un pato, donde la «cabeza» simboliza la demanda matutina, el «cuerpo» se hunde al mediodía y la «cola» se eleva nuevamente por la tarde, lo que indica que la demanda es más baja en momentos donde la generación de energía solar es más efectiva.

La relevancia de la curva del pato radica en los desafíos que presenta para la flexibilidad de las redes eléctricas. Este fenómeno obliga a las compañías eléctricas tradicionales a activar rápidamente sus recursos para compensar la reducción en la generación solar. Para ello, es necesario diseñar esquemas de respuesta rápida que incluyan el uso de baterías, recargas programadas y gestión de la demanda, con el objetivo de prevenir sobrecargas o apagones. Asimismo, es esencial implementar tarifas inteligentes que incentiven a los usuarios a desplazar su consumo, como la carga de sus vehículos eléctricos, hacia las horas de menor demanda en la red.

El crecimiento de los coches eléctricos está transformando este efecto en las redes de baja tensión. Un reciente estudio realizado en Bélgica examinó 42,089 perfiles de consumo real, revelando que la carga de vehículos eléctricos y la climatización de los hogares están «desafiando la capacidad de las redes eléctricas actuales» al utilizar el tramo nocturno de la curva. Según los datos, un único punto de recarga de un vehículo eléctrico puede añadir hasta 1.4 kW adicionales al pico de demanda de un barrio, mientras que una bomba de calor puede contribuir con aproximadamente 1.2 kW extra. Esta situación se torna crítica cuando varios vecinos cargan sus vehículos y encienden la calefacción simultáneamente, transformando al barrio en un «monstruo energético» que demanda más capacidad de cableado, transformadores reforzados y, en última instancia, genera un impacto en la factura eléctrica.

Un aspecto notable es la transformación en la forma de la red. Históricamente, la demanda, especialmente en verano, seguía la mencionada curva del pato, con picos al amanecer y al anochecer y un valle al mediodía, sostenido por la generación fotovoltaica. Sin embargo, la introducción de coches eléctricos y bombas de calor está modificando esta forma hacia la de un «camello nocturno», con dos jorobas de consumo al alba y al anochecer. Si se consideran los vehículos eléctricos y la carga a alta potencia (más de 6.5 kW por punto), se obtiene la notable «curva dromedaria nocturna», que presenta un único gran pico alrededor de la medianoche, coincidiendo con las recargas.

En términos concretos, un barrio de 100 viviendas podría experimentar incrementos en los picos de demanda de casi 150 kW únicamente por la recarga de coches. Los operadores de distribución deben prepararse para esta nueva realidad, ampliando transformadores, reforzando líneas y posiblemente adaptando tarifas para prevenir momentos críticos. Sin estas medidas, podrían comenzar a producirse apagones locales o convertir calles enteras en «zonas vetadas» para la instalación de nuevos cargadores.

Un dato relevante es que el 76% de las viviendas incluidas en este estudio ya contaban con paneles solares, inyectando energía durante las horas de sol. Sin embargo, en días despejados de invierno, cuando las temperaturas son más bajas, el aumento en la demanda por calefacción y la carga de vehículos supera considerablemente la producción. Esto provoca que el pico real de la red se desplace hacia las últimas horas del día, justo cuando la generación fotovoltaica ha disminuido. Esta lucha entre consumo y generación es una de las principales causas de la tensión que enfrentan las infraestructuras eléctricas.

Ante esta nueva realidad, los expertos sugieren diversas soluciones, que van desde tarifas dinámicas hasta la mejora de la infraestructura de redes eléctricas.

Editado con FGJ CONTENT REWRITER