El Gran Premio de Abu Dabi del pasado fin de semana puso punto final a una era polémica de la Fórmula 1: la de los monoplazas con efecto suelo. Criticado desde su estreno en 2022, este reglamento técnico transformó por completo la cara de la máxima categoría del automovilismo.
Tras el ocaso del dominio de Mercedes, asistimos al ascenso de Red Bull Racing y McLaren, mientras que Ferrari y el equipo de Brackley también tuvieron sus destellos. Pero, ¿cómo se comparan realmente estos rendimientos? ¿Y qué ocurrió con los equipos de la parte media y baja de la parrilla?
A pesar de un rendimiento más irregular en las dos últimas temporadas, no hay duda sobre el gran dominador de esta era: **Red Bull lideró todas las estadísticas clave**. Incluso descontando su aplastante dominio en 2023, el equipo austriaco supo mantener un alto nivel en sus fases bajas, gracias en gran parte a la impecable consistencia de **Max Verstappen**.
Lo más llamativo fue la reñida batalla por el segundo puesto. **Mercedes, Ferrari y McLaren mostraron números muy parejos** en la mayoría de apartados, excepto en victorias, donde el equipo de Woking se alzó como claro subcampeón.
Este resultado tiene una explicación: **el mejor momento de Ferrari coincidió con el apogeo de Red Bull**. Aunque comenzó 2022 con el coche más rápido, el equipo de Milton Keynes pronto dio la vuelta a la situación. Un patrón similar se repitió en la segunda mitad de 2024, donde Ferrari llegó a disputar el Mundial de Constructores a McLaren hasta la última carrera, aunque sin éxito. Aun así, incluso una discreta temporada 2025 no impidió que la Scuderia se consolidara como el segundo mayor anotador del período.
Mercedes, por su parte, presenta un caso peculiar. **El equipo de Brackley mostró una estabilidad notable durante los cuatro años**, aunque resulta curioso que su mayor número de podios llegara precisamente en 2022, el año en que más sufrió los problemas de ‘porpoising’.
Impulsada por un gran inicio de temporada en 2023, **Aston Martin se sitúa como la quinta mejor escudería de la era**, aunque su caída en los dos últimos años bajo este reglamento fue pronunciada.
**La caída más evidente fue la de Alpine**. El equipo francés empezó la era como cuarta fuerza, solo por detrás de Red Bull, Ferrari y Mercedes. Sin embargo, su rendimiento se degradó año tras año, hasta acabar **último en el Mundial de Constructores de 2025**. Este declive ya era palpable en 2024, pero el doble podio de **Esteban Ocon** y **Pierre Gasly** en São Paulo enmascaró una situación que culminó con el fin del programa de motores de Renault.
Entre el séptimo y décimo puesto, la lucha fue entre Racing Bulls (antes AlphaTauri), Williams, Haas y Sauber (antes Alfa Romeo). De forma llamativa, **tres de estos cuatro equipos lograron un podio, todos en 2025**. Haas, aunque no subió al cajón en esta era, sí lo había hecho previamente con **Kevin Magnussen** en Interlagos 2022, siendo el único fuera del ‘top 4’ en conseguirlo.
Analizando los puntos, cada uno de estos equipos tuvo al menos un momento de lucidez, como **el notable repunte de Williams en 2025**, que acabó quinta en el campeonato sin oposición real de sus rivales directos.
### Mirada al futuro: la revolución de 2026
Queda poco más de un mes para el primer test de pretemporada de 2026, que marcará el debut oficial de la siguiente generación de monoplazas. Aunque se acerca su presentación, estos coches generan más incógnitas que certezas.
Se esperan monoplazas **más pequeños, ligeros y menos dependientes de la aerodinámica**. Sin embargo, **la gran incógnita reside en los motores**, que repartirán su potencia a partes iguales entre el sistema de combustión y el eléctrico, complicando cualquier pronóstico.
La promesa es que, a diferencia de la generación saliente, estos coches ofrecerán **mayor agilidad** (aunque con tiempos de vuelta probablemente más altos), **más facilidad para seguir al rival** y, sobre todo, **más acción en pista**. Esto se buscará con la eliminación del DRS y la introducción de los «Modos Z y X», que combinarán el uso de alas móviles con un aumento puntual de la potencia eléctrica.
Con un cambio reglamentario de esta envergadura, mayor incluso que el de 2014, una cosa parece clara: quien tome la delantera en el GP de Australia podría mantenerla durante todo el año. No obstante, los aficionados deben prepararse para un **ritmo de desarrollo frenético**, muy superior al visto en temporadas recientes.
*Foto: Sam Bloxham / LAT Images via Getty Images*
**REDACCIÓN FV MEDIOS**

