Carlos Sainz ha cruzado la meta en décima posición en el Gran Premio de Mónaco 2025, sumando un nuevo punto para su casillero y consolidando a Williams como un equipo habitual del top 10. Pero la carrera ha dejado un sabor amargo al piloto madrileño, que no ha dudado en cargar contra el desarrollo de una prueba que, en sus propias palabras, “no ha sido una carrera”.
En un circuito ya de por sí infame por la dificultad para adelantar, este año se introdujo una nueva norma que obligaba a realizar al menos dos paradas en boxes. El objetivo era claro: romper la monotonía estratégica de Montecarlo. El resultado, sin embargo, ha sido una sucesión de “tapones” organizados por los equipos para beneficiar a uno de sus pilotos. Y Williams no ha sido la excepción.
Sainz explicó que todo empezó con la maniobra de Racing Bulls, que utilizó a Lawson como tapón para permitir a Hadjar ganar una parada gratuita. “No esperábamos que Lawson se pusiese a hacer el tapón para Hadjar tan pronto en carrera. Lo que nos condicionaba a los dos coches”, relató. Ante el riesgo de quedarse sin puntos, Williams replicó la estrategia: primero fue Sainz quien frenó para favorecer a Albon; después, el tailandés le devolvió la jugada. El resultado fue el doble premio: los dos coches en los puntos.
“No era algo que habíamos pensado que tendríamos que hacer, pero sí es algo que temíamos que nos hicieran… así que así ha sido. Se demuestra que las dos paradas no han cambiado nada y la carrera sigue siendo súper aburrida”, lamentó. “Estoy muy disgustado con esta carrera, la verdad, y con el deporte en general, porque no hemos corrido una carrera, hemos hecho lo que hemos querido“.
Sainz no se quedó ahí. Pidió cambios urgentes para preservar la integridad del deporte y denunció que esta forma de “gestionar el ritmo” vulnera el espíritu competitivo de la Fórmula 1. “Si ponen una regla que está prohibido manipular la carrera con el ritmo del piloto, igual sí. Porque al final estás manipulando los resultados”, afirmó tajante.
“Hace 20 años por manipular resultados se hicieron muchas penalizaciones… y ahora se manipula la carrera todos los días aquí en Mónaco y no pasa nada”, sentenció, recordando polémicas históricas sin querer nombrarlas.
Aunque el trabajo de equipo funcionó —con ambos coches en el top 10 y Albon ya con 42 puntos en el Mundial—, a Sainz no le ha sentado bien tener que levantar el pie: “Lo he odiado a muerte, tener que ir a tres segundos de mi ritmo”, confesó. “Pero como nos lo hizo Lawson, que nos puso 19º y 20º en la predicción final, pues lo hemos tenido que hacer nosotros también”.
Incluso cuando pidió al equipo mantenerse por delante para intentar un posible octavo puesto si había incidentes delante, la escudería prefirió jugar sobre seguro. “El equipo no ha querido. Han decidido ralentizarme y esperar a Alex. Han decidido no ir a por el octavo”, explicó.
Pese a todo, Sainz se marchó de Mónaco con cierta satisfacción por el rendimiento del coche: “Seguro que hoy el ritmo de carrera era muy bueno cuando hemos podido tirar. No era un día fácil porque era muy difícil saber cuándo tirar, pero el coche ha ido bien en carrera”.
Mónaco vuelve a ser Mónaco, incluso con nuevas reglas. Y aunque Williams sigue sumando —Carlos ya lleva 14 puntos este año—, la polémica estrategia de “tapones” ha encendido una voz crítica que pide cambios urgentes. Carlos Sainz no se muerde la lengua. Y su mensaje es claro: o se cambia el sistema… o la F1 seguirá siendo un teatro en Montecarlo.
En este artículo
Pol Hermoso
Fórmula 1
Carlos Sainz
Williams
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