SEAT está negociando con Europa para que CUPRA se libre de los aranceles del 21% por fabricar en China este coche eléctrico

SEAT está negociando con Europa para que CUPRA se libre de los aranceles del 21% por fabricar en China este coche eléctrico

Las negociaciones entre SEAT y la Comisión Europea para eximir al CUPRA Tavascan del arancel adicional del 20,7% impuesto a los coches eléctricos fabricados en China se encuentran en la “recta final”. Así lo ha asegurado Markus Haupt, CEO de SEAT Y CUPRA, durante la visita institucional del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, a la planta de Volkswagen en Hefei (China), donde se ensambla el modelo.
El CUPRA Tavascan, diseñado en Martorell y ensamblado en China desde 2024, representa uno de los pilares de la electrificación de la marca. Sin embargo, la nueva política arancelaria de la Unión Europea, que argumenta distorsiones del mercado por las subvenciones estatales chinas, ha puesto en jaque su rentabilidad. Con un coste añadido del 30,7%, sumando el arancel ya existente del 10%, SEAT asegura haber perdido un 90% de su beneficio en el primer semestre de 2025.
Según los cálculos de la compañía automovilística, el impacto de estas tasas ha supuesto ya más de 80 millones de euros en pérdidas solo en los dos primeros meses desde su entrada en vigor. “No podemos seguir así”, advirtió Haupt, quien instó a encontrar una solución urgente para preservar la viabilidad del modelo y la sostenibilidad de su estrategia eléctrica.
Durante la visita de Salvador Illa a la fábrica de Hefei, defendió la singularidad del Tavascan: “Está diseñado en Europa y contribuye a la innovación desde Cataluña (España), aunque se fabrique en China para ser competitivo”. Illa abogó por establecer un marco estable para la producción y elogió la colaboración público-privada con el Gobierno español y SEAT. Además, anunció un nuevo paquete de ayudas de 50 millones de euros para empresas afectadas por la guerra arancelaria.
Entre las soluciones posibles que SEAT plantea en Bruselas están, por un lado, fijar un precio de venta mínimo de su coche en Europa y, por el otro, una investigación en la que la marca demostraría que no ha recibido ayudas estatales para acogerse a condiciones especiales.
La compañía advierte que, de no llegar a un acuerdo, el modelo podría ser suspendido, lo que pondría en riesgo más de 1.500 empleos y dificultaría cumplir con los objetivos europeos de emisiones. “Si no solucionamos esto, tendremos que reducir la producción de motores de combustión y podría haber consecuencias laborales”, alertó Haupt.
SEAT, que cerró 2024 con un beneficio neto de 537 millones de euros y un récord de producción, espera revertir la situación a tiempo para seguir liderando la transición eléctrica con el próximo lanzamiento del CUPRA Raval, que se ensamblará en Cataluña a partir de 2026.
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