Ser mecánico de coches eléctricos en China no es una buena idea, es una "profesión de alto riesgo"

Ser mecánico de coches eléctricos en China no es una buena idea, es una «profesión de alto riesgo»

A pesar de que la mecánica de un coche eléctrico es considerablemente más sencilla y fiable en comparación con la de un coche de combustión, estos vehículos eventualmente requieren asistencia en un taller. Esto puede ser para una revisión rutinaria o para abordar problemas específicos. La industria de los talleres de reparación ha sido históricamente un negocio consolidado, pero la situación en China se presenta cada vez más complicada. La creciente presencia de coches eléctricos está poniendo en jaque la labor de los mecánicos, quienes, según un estudio, enfrentan lo que se califica como una “profesión de riesgo” debido a los desafíos que imponen los principales fabricantes.

La reparación de un coche eléctrico se considera más compleja que la de un vehículo de combustión interna. En el interior de un vehículo eléctrico, circula una corriente eléctrica peligrosa que puede provocar graves lesiones personales. No obstante, los profesionales del sector están capacitados y tienen el derecho a ejercer su actividad. Sin embargo, los mecánicos en China enfrentan serios desafíos al intentar reparar coches eléctricos. Entre los problemas más comunes se incluyen prácticas restrictivas de reparación, acceso limitado a información técnica y, lo que es más alarmante, una extensa lista de demandas por parte de los fabricantes.

Recientemente, los primeros coches eléctricos chinos han comenzado a llegar a los desguaces en España, y los resultados han sido sorprendentes, como se reporta en informes recientes. Ha habido múltiples incidentes mediáticos en los que talleres y profesionales han sido denunciados por los fabricantes por realizar reparaciones que, según ellos, comprometen la seguridad de los usuarios. Un caso destacado es el del mecánico y video blogger conocido como «Brother Long», quien se enfrenta a demandas de tres empresas de vehículos eléctricos diferentes por reparar sus coches y publicar videos sobre dicho trabajo. En situaciones extremas, se han impuesto penas de prisión por el simple acto de desbloquear una batería, considerado por las empresas como un riesgo de seguridad.

Estas demandas han suscitado un considerable debate en el sector de la reparación de automóviles en China. Muchos talleres han optado por eliminar cualquier contenido relacionado con reparaciones de coches eléctricos en redes sociales y, en algunos casos, han decidido dejar de ofrecer estos servicios por completo. Algunos mecánicos prefieren trabajar exclusivamente con marcas como Tesla, que son percibidas como menos propensas a litigar por reparaciones de terceros. Este escenario también afecta a los clientes, quienes, incapaces de acudir a un taller no oficial, deben dirigirse a un servicio técnico de la marca, donde las reparaciones suelen ser significativamente más costosas.

A pesar de las expectativas inicialmente optimistas, los costos de reparación de coches eléctricos a menudo superan las previsiones, especialmente en colisiones menores. Aunque el mantenimiento rutinario puede ser más asequible, un accidente menor que requiera la calibración de sensores y la sustitución de componentes críticos puede disparar los costos. No son raros los casos en los que los propietarios se ven obligados a dar de baja su coche debido a la imposibilidad de afrontar el gasto tras un simple accidente. Las baterías juegan un papel crucial, representando hasta la mitad del costo total del vehículo. Asimismo, el creciente uso de grandes piezas de fundición, aunque simplifica la fabricación, complica las reparaciones y a menudo requiere la sustitución completa de piezas, incluso en caso de deterioros menores.

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