Mercedes introdujo una modificación en la geometría de la suspensión trasera en el Gran Premio de Emilia-Romagna, en Imola. La actualización buscaba solucionar la falta de rendimiento en curvas lentas y reducir los problemas de temperatura de los neumáticos traseros, inspirándose en las soluciones aplicadas por McLaren.
Sin embargo, el cambio generó inestabilidad en la parte trasera del monoplaza. Mientras que su compañero George Russell logró enmascarar parcialmente los problemas gracias a su experiencia, Andrea Kimi Antonelli enfrentó mayores dificultades. Tras un inicio de temporada prometedor, su rendimiento decayó al comienzo de la etapa europea, lo que también afectó su confianza.
Solo después de que Mercedes regresara a la especificación anterior de la suspensión, Antonelli recuperó gradualmente su confianza, logrando un final de temporada más estable en su primer año en Fórmula 1.
‘Creo que perdí dos o tres meses de progresión’, recuerda Antonelli. ‘Obviamente, tuve más problemas con la parte trasera que George. No pude adaptarme tan bien, sobre todo por mi estilo de conducción. Fue un periodo difícil, porque perdí cada vez más confianza, piloté muy tenso y básicamente dejé de progresar’.
El piloto italiano considera que la situación pudo ser diferente: ‘Si me hubiera podido adaptar mejor, o si hubiéramos vuelto antes a la antigua suspensión, probablemente las cosas habrían sido distintas. Entonces podría haber cogido impulso al final de la temporada europea, o incluso a mitad’.
Andrew Shovlin, director de ingeniería de Mercedes, cree que Antonelli se ha convertido en un piloto más completo, especialmente en clasificación: ‘Esperábamos que las tandas largas fueran las más difíciles para él, pero enseguida se mostró fuerte ahí. El rendimiento a una vuelta requería más trabajo. Aprender a confiar en los neumáticos y alcanzar la temperatura necesaria rápidamente fue crucial’.
Shovlin destacó que el piloto ahora comprende mejor el desarrollo de un fin de semana de carreras: ‘Su capacidad para describir el comportamiento del coche siempre ha sido muy buena. Durante la temporada, ha acumulado una base de datos más amplia de causas y efectos al ajustar la puesta a punto. Un aprendizaje clave es saber qué ajustar: ni muy poco, ni demasiado’.
Como ejemplo, mencionó el Gran Premio de Hungría, donde Antonelli excedió los límites de la pista en su segunda vuelta en Q2, lo que lo relegó al 15º puesto: ‘Más adelante, cuando las cosas mejoraron, a veces se le veía querer demasiado en la Q3 tras buenas Q1 y Q2. Son detalles que pilotos con años de experiencia también tuvieron que aprender por las malas’.
Shovlin se mostró optimista respecto al futuro del piloto: ‘Lo bueno de Kimi es que lo que aprende se le queda grabado. No repite los errores. En general, estamos totalmente en el buen camino con él’.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**
