Max Verstappen no vive su mejor año en Red Bull. Tras cuatro temporadas de ensueño y cuatro títulos mundiales consecutivos, 2025 ha traído un panorama muy diferente: el RB21 es un coche difícil de pilotar, Ferrari y Mercedes están por encima y McLaren parece inalcanzable en la lucha por el campeonato. A casi 100 puntos de Lando Norris y mucho más detrás de Oscar Piastri, Verstappen encara el parón veraniego en tercera posición, consciente de que defender ese puesto será un reto.
A pesar de las dificultades en pista, Verstappen mantiene una visión clara sobre la situación de su equipo y el camino a seguir. En declaraciones a F1.com, el neerlandés repasó la evolución de Red Bull desde su llegada: “El equipo pasó, por supuesto, de ganar campeonatos antes de que yo llegara, a una fase un poco de reconstrucción cuando llegué, y luego realmente alcanzamos el pico de nuevo ganando campeonatos”.
Ahora, según explica Max, el equipo se encuentra nuevamente en un período de ajuste. “Ahora siento que es una ligera reconstrucción. Seguimos siendo, por supuesto, un equipo muy fuerte, pero creo que para dar otro paso adelante, hay una ligera reestructuración o reorganización quizá, y entender un poco más lo que está pasando, y eso por supuesto lleva algo de tiempo, pero espero que no demasiado”.
La salida de figuras clave como Adrian Newey y Jonathan Wheatley, junto a otros ingenieros y el cambio en la dirección con la sustitución de Christian Horner por Lauren Mekies, ha dejado a Red Bull en una posición de reconstrucción que Verstappen describe con realismo y optimismo. Además, el próximo cambio de reglamento en 2026 y la transición a motores Ford suponen tanto un desafío como una oportunidad para que el equipo vuelva a la cima, partiendo prácticamente de cero.
Pese a la complejidad de la situación, Verstappen mantiene la confianza en la mentalidad del equipo: “Creo que también es un poco la mentalidad del equipo, siempre ha sido así, así que no estoy demasiado preocupado por eso”.
El mensaje de Verstappen es claro: Red Bull afronta un periodo de transición, con cambios internos profundos y la necesidad de adaptarse a un nuevo marco técnico, pero la ambición y la experiencia del equipo apuntan a que esta reconstrucción será solo un escalón más hacia un futuro competitivo. Mientras tanto, el piloto neerlandés sigue exprimiendo el máximo rendimiento de un RB21 complicado, recordando a todos que incluso en años difíciles, su talento sigue marcando la diferencia.
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