Volkswagen confirma una reducción del 30% en sus costes de producción, un hito anunciado por el CEO Thomas Schaefer en una entrevista con Auto Motor und Sport. Este avance allana el camino para el lanzamiento de vehículos eléctricos más accesibles, como los esperados Volkswagen ID. Polo e ID.1, previstos para 2027.
Este logro marca un cambio radical respecto a la estrategia de la década pasada, cuando el Grupo Volkswagen asumía pérdidas en cada unidad de su modelo e-Up! vendido. El nuevo objetivo de la compañía es garantizar la rentabilidad de sus eléctricos de entrada, un esfuerzo reflejado en sus comunicados recientes.
El Volkswagen ID. Polo debutará con un precio inferior a 25.000 euros, mientras que el ID.1 lo hará por debajo de los 20.000 euros. Una estrategia de precios similar a la de rivales como Renault con sus modelos R5 y Twingo eléctricos.
Para alcanzar esta meta, las plantas de Wolfsburgo, Emden y Zwickau han optimizado sus procesos. La reducción de costes no solo se debe al uso de materiales más económicos; también incluye un acuerdo de jubilación anticipada o indemnización firmado por 25.000 empleados. «Todavía tenemos un camino por recorrer, pero juntos queremos demostrar que es posible desarrollar y construir coches competitivos en Alemania», afirmó Schaefer.
Estos ajustes forman parte de un plan más amplio iniciado en diciembre de 2024, que contempla la supresión de hasta 35.000 puestos de trabajo para 2030, con el fin de asegurar la viabilidad financiera de la empresa.
A pesar de la reciente flexibilización de la normativa europea sobre la prohibición de motores de combustión para 2035, Volkswagen mantiene su apuesta por la electrificación. Schaefer descartó reducir el ritmo de desarrollo de vehículos ‘cero emisiones’ o incluir motores de gasolina en su nueva gama de modelos compactos (ID. Polo, ID. Cross e ID.1), argumentando que «no tendría sentido debido a las regulaciones de emisiones y sería demasiado caro para los consumidores».
**REDACCIÓN FV MEDIOS**

