Ya he visto y tocado la Tesla Cybertruck y esto es lo que pienso sobre este monstruo de la carretera

Sólo han pasado unos minutos desde que he abandonado la exposición que Tesla tiene en Málaga ahora mismo y en la que todo el protagonismo se centra en la Tesla Cybertruck y me ha costado, francamente, sintetizar y plasmar mis impresiones en estas líneas.
Es uno de los coches más espectaculares y rompedores, sin duda, de toda la historia del automóvil, por lo menos en lo que respecta al apartado estético. No es un show-car ni tampoco una unidad única hecha en exclusiva para una serie o película basada en el futuro. Es un todoterreno o pick-up completamente funcional que aunque en España no se puede adquirir, en Estados Unidos sí que quien quiera puede hacerse con uno.
Tras haber compartido un buen rato con ella y haber hecho una extensa sesión de fotos, puedo decir que me ha dejado un tanto perplejo. Desafortunadamente no he podido conducirla, como el resto de periodistas y probadores españoles. Y es que, dado que se trata de una unidad única que Tesla ha traído a España sólo para mostrarla al público, no ha pasado un proceso de homologación previo tras el que poder pisar las carreteras, por lo que nuestras impresiones se limitan a nuestras sensaciones estando en parado.
Ha sido en su cita con la ciudad de Málaga donde un servidor ha podido ver, tocar y sentarse en el habitáculo de la Cybertruck, y más concretamente a las puertas del Salón del Automóvil de la ciudad andaluza. Aquí estará expuesta hasta el 29 de junio, mientras que desde el 1 al 9 de julio pasará a estar disponible para visitar en el Tesla Center de Málaga.
La versión que Tesla ha traído a España es la convencional, si es que esta definición a caso puede tener relación con la Cybertruck. Su esquema eléctrico está formado por dos motores (uno por cada eje) que rinden una potencia total conjunta de 600 CV, gracias a lo que logra un 0 a 100 en 4,1 segundos. En lo relativo a autonomía, una batería de 123 kWh pone a disposición del conductor con una carga completa una autonomía en ciclo EPA (más realista que el WLTP europeo) de 547 kilómetros. La variente Cyberbeast es mucho más potente gracias a la presencia de tres motores eléctricos que en total ofrecen 845 CV y un 0 a 100 en 2,7 segundos.
De primeras, sin duda, lo que más impresiona acerca de la Cybertruck es el diseño, y después de asimilar que se está ante un coche cuya imagen no tiene nada de convencional, se pone en valor el tamaño del objeto. Mide nada menos que 5,68 metros de largo, 2,20 de ancho (sin contar con los espejos) y en su modo de conducción normal tiene una altura total de 1,79 metros. Como todo buen todoterreno, la altura libre al suelo es uno de sus puntos clave, con nada menos que casi 41 centímetros de espacio entre los bajos de la carrocería y el suelo.
Estas dimensiones son incluso mayores que las de la Ford F-150, que es la pick-up más vendida de Ford, a la que saca 50 centímetros de longitud. Si las pocas unidades que es posible avistar por las calles europeas de la camioneta más popular del óvalo azul llaman ya de por sí de manera contundente la atención por lo colosal de su tamaño, sólo cabe imaginar cómo de insolente puede llegar a ser ver rondando en las calles,  entre coches normales, un todoterreno del tamaño de la Cybertruck con este diseño.
Uno de los aspectos que más rápido se hacen con la atención de nuestra vista es su carrocería, y no por su imagen, sino por que está compuesta de acero, tal cual. Tesla dice que el exterior de la Cybertruck es un armazón, un exoesqueleto. Esta capa exterior está hecha de acero inoxidable de grado 30x, laminado en frío. Según la marca puede soportar el peor de los maltratos e incluso es resistente a disparos de bala de calibre 45 y 9 milímetros y escopetas de calibre 12.
Una vez asimilado el tamaño e imagen de la Cybertruck, fijándonos en los detalles, nos damos cuenta que no se ha podido dejar al azar ningún detalle acerca del diseño de la Cybertruck. Todo parece muy enrevesado de primeras, pero lo cierto es que las estampaciones de las planchas que componen su carrocería no tienen formas complicadas: son todo líneas rectas y limpias que juegan entre sí para lograr ángulos muy radicales. Esta relativa sencillez en sus líneas es, a su vez, muy traicionera, pues el ojo se va fácilemente a la suciedad que se acumula en su carrocería y a las imperfecciones en sus ajustes.
Tengo que destacar que a pesar de haber encontrado un par de imperfecciones en la carrocería de la Cybertruck en el aparado de los ajustes, se ha de señalar que de todos los Tesla que he podido tocar y probar, este es, sin duda, el que mejor acabado está. La cuadriculada carrocería del modelo ha obligado a la marca a ponerse las pilas en este aspecto y lo cierto es que hay una gran diferencia con respecto a modelos anteriores.
Toca dar el salto, literalmente, al habitáculo de la Cybertruck. Si el exterior de este colosal todoterreno me estaba dejando perplejo, al adentrarme en su interior me invade la sensación de estar ante algo familiar. Y es que exceptuando la anchura y evidente abundancia de espacio, aquí en realidad no hay demasiadas diferencias con respecto a un Model 3, por lo menos en lo que respecta a diseño estructural de su salpicadero y la distribución de los mandos.
Sí es cierto que la Cybertruck disfruta en exclusiva de muchos elementos en comparación con el resto de coches de Tesla. Su volante está achatado por ambos extremos, no tiene el logo de Tesla por ningún lado (en su lugar aparece la denominación de la Cybertruck o su marca), sus asientos tienen formas afines a su diseño exterior y su consola central y la zona baja de la parte delantera dejan entrever que estamos ante un coche muy ancho.
Su sistema de información y entretenimiento también disfruta de un tipo de letra exclusivo de la Cybertruck, más futurista y de formas algo más cuadriculadas que los carácteres típicos de los Model S, 3 y compañía. También es exclusivo el saludo que nos da la pantalla al abrir las puertas de acceso al habitáculo con la firma del modelo.
En definitiva, se mire por donde se mire y aunque tiene un habitáculo más convencional que su exterior, la Cybertruck es todo un espectáculo, pero lo cierto es que no deja de ser tan práctica de usar como cualquier otro coche de su tipo.
Su cajón trasero tiene un volumen de carga de 1.700 litros a los que se pueden sumar otros 200 que tiene su maletero frontal. También goza de un sistema que eleva la banqueta trasera de los asientos para disponer de toda la altura del habitáculo, por si se necesitan transportar objetos de gran altura y no es posible hacerlo en su cajón. Para facilitar la carga de estos bultos, las puertas traseras gozan de un ángulo de apertura de casi 90 grados perfectos.
Una vez me bajo y vuelvo a contemplar el diseño exterior de la Cybertruck tengo un poco más claro ante qué coche estoy. Vuelvo a dar un repaso a su exterior para sacar algunas fotografías, las que acompañan estas líneas, y ahora sí, con el trabajo hecho, empiezo a comprender y disfrutar un poco más la Cybertruck. Es una auténtica pena no poder conducirla.
Me voy con la sensación de haber estado ante una mezcla de los conceptos de un Tesla Model 3 y una Ford F-150 Lightning. Siendo sincero, antes de llegar a verla creía que iba a salir de esta visita pensando que iba a tratarse de un coche que carecía de sentido, y lo cierto es que una parte de mí sigue pensando que sí, efectivamente, no tiene sentido, pero esto es sólo relativo a la parte de su diseño, ya que sigue siendo igual de funcional y capaz como cualquier pick-up típica del mercado americano. Otra cosa muy distinta sería conducirla, y especialmente en su versión Cyberbeast, y ver que hace un 0 a 100 en 2 segundos.
A tenor de las sonrisas y comentarios de todas las personas que se cruzaban con esta unidad expuesta en el Museo del Automóvil de Málaga, hace disfrutar al público, y dado que este tipo de coches son cada vez menos habituales en la industria debido a que los fabricantes se ven obligados a trabajar con márgenes y presupuestos cada vez más ajustados, lo cierto es que es incluso a quien no guste del todo su diseño, es casi una obligación pararse a disfrutar de algo así, ya que no quedan muchas ‘idas de olla’ como esta por poder apreciar.
Además, teniendo en cuenta su versatilidad, tamaño, prestaciones y diseño, incluso cuesta creer que la versión ‘normal’ tenga un precio de partida de 60.990 dólares en Estados Unidos, que al cambio actual resulta en unos 57.000 euros.
Probablemente en alguna visita a Estados Unidos volveré tener la oportunidad de contemplar una Cybetruck en vivo, pero no sé si podré volver a verla en España, menos aún entre el tráfico, cuando por su tamaño y radical imagen tiene que impresionar aún más que viéndola expuesta, aparcada, como la he visto en este ocasión. De llegar a verla ‘al natural’, sin duda, dejaré salir a ese niño que aún llevo dentro para que disfrute de tal espectáculo.
Redactor y probador en Híbridos y Eléctricos desde 2019. Es técnico superior en Urbanismo y Obra Civil y empezó su carrera en periodismo del motor co-fundando su propio sitio web. Amante incondicional del automóvil y toda la tecnología que lo rodea.
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