Título: Por qué la reintroducida suspensión de Mercedes F1 pasará un duro test en Austria #F1 #FVDigital
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Mercedes ha reintroducido su paquete de suspensión trasera en su monoplaza durante la reciente carrera en Canadá, luego de haberlo debutado en el Gran Premio de Emilia Romagna. Esta actualización fue diseñada para mitigar los problemas de sobrecalentamiento que ha enfrentado el coche W16 en sus neumáticos traseros a lo largo de la temporada.
Tras un debut complicado en Imola, Mercedes decidió descartar temporalmente la nueva geometría durante los fines de semana de Mónaco y España. Esta decisión se basó en la necesidad de recopilar datos comparativos que permitieran determinar si la suspensión había influido en el rendimiento insatisfactorio observado en Italia.
La decisión de reintegrar la suspensión en el paquete para Montreal se tomó al no encontrar evidencia concluyente que indicara que esta había causado problemas adicionales al W16. A pesar de que en la carrera canadiense se registraron temperaturas en pista cercanas a los 50 ºC, la falta de curvas de alta carga en el Circuito Gilles Villeneuve permitió a Mercedes gestionar de manera efectiva sus compuestos de neumáticos más blandos.
Aunque no está claro si la nueva suspensión trasera fue determinante en la victoria de George Russell y en el podio inaugural de Andrea Kimi Antonelli, el jefe de Mercedes, Toto Wolff, afirmó que el desarrollo avanza en la dirección correcta.
“Introdujimos la nueva geometría para abordar el problema del sobrecalentamiento de la superficie trasera. No estábamos seguros de los resultados en Imola, ya que fueron peores de lo que esperábamos. Decidimos retirarla para Mónaco y Barcelona, lo cual creo que fue lo correcto”, comentó Wolff.
Por su parte, George Russell expresó: “La llevamos a Canadá porque confiamos en que la dirección de desarrollo fuera la adecuada. Sin embargo, en este tipo de reglamentos, nunca se sabe si el desarrollo es el correcto. La correlación ha sido difícil, no solo para nosotros, sino también para otros equipos. Existen otros factores en juego, como el trazado y el asfalto de la pista”.
El próximo Gran Premio en Austria representará un desafío aún mayor para Mercedes, siempre y cuando continúen utilizando la nueva geometría de suspensión trasera. Con la llegada del verano europeo, se anticipa un aumento en las temperaturas; las primeras previsiones indican que la carrera en el Red Bull Ring podría acercarse a los 30 ºC.
Históricamente, climas similares han elevado las temperaturas de la pista por encima de los 50 ºC, lo que podría representar un escenario riesgoso para Mercedes. En la temporada anterior, el equipo enfrentó dificultades en condiciones de calor extremo, lo que provocó problemas de graining en los neumáticos traseros, afectando el agarre de los pilotos.
Si la nueva suspensión trasera de Mercedes logra mantener las temperaturas de la superficie y la carcasa
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