Rookie de F1 contra un récord de vuelta en karting: las vacaciones de Bearman #F1 #FVDigital

Rookie de F1 contra un récord de vuelta en karting: las vacaciones de Bearman #F1 #FVDigital

No se puede mantener al debutante de Haas en la Fórmula 1, Oliver Bearman, alejado de un circuito durante mucho tiempo.
En las dos semanas de descanso entre los Grandes Premios de Gran Bretaña y Bélgica, Bearman brilló en el Festival de la Velocidad de Goodwood y luego desapareció para disfrutar de una revitalizante escapada a Suecia. Hasta que el piloto de 20 años descubrió un circuito de karts justo en la puerta de su casa, y su indomable espíritu competitivo alteró sus planes de vacaciones y los de su novia.
“Estaba de vacaciones en Suecia y había una pista de karts muy cerca de donde me alojaba esa semana”, explica Bearman.
“Fue una coincidencia. Por supuesto, me hacía ilusión ir a Suecia durante un tiempo. La familia de mi novia me dijo: ‘Mira, tienes que batir el récord de vuelta’. Y yo dije: ‘Sí, vamos, será fácil’. Pero el primer día me quedé a tres o cuatro décimas”.
“La pista estaba muy bien. Era una vuelta corta, de sólo 29 segundos, así que tenías que ser superpreciso y yo estaba probando todos los trucos de mi ‘libreto’ para conseguirlo, porque el tipo era rápido”.
Bearman se tomó muy en serio esa búsqueda, y cuando dice que probó todos los trucos posibles, lo dice en serio. Después de sufrir durante horas para batir el récord, sacó combustible del coche, trató el motor con un soplador de hojas para intentar enfriarlo y pidió ayuda a su novia para que se ocupara de los neumáticos. La derrota no era una opción.
Oliver Bearman, Haas F1 Team
Fotografía de: Andy Hone / LAT Images vía Getty Images
“Fue una búsqueda muy, muy seria. El último día pusimos neumáticos nuevos y lo hicimos bien, bajando las presiones después de cada tanda”, añadió.
“Estuve en ello casi dos horas. Había que hacer la vuelta perfecta y mover un poco los muros, y al final conseguí batir el tiempo por media décima. Hice como 15 vueltas en las que estuve a 0.03 o 0.04 del tiempo. Y cuando estás tan cerca, ¡no puedes abandonar hasta ganar!”.
“Tengo fotos mías, del tipo que me acompañaba y de mi novia sacando combustible del coche para intentar aligerarlo. Yo enfriaba el motor entre tanda y tanda con un soplador de hojas”.
“Mi novia arreglaba los neumáticos. Era sólo un kart corporativo, pero como hacía bastante calor, el motor se calentaba mucho. Así que tuvimos que quitar parte de la carrocería, porque la potencia baja mucho cuando el motor se calienta. Fue una operación de alta tecnología”.
“Alguien se me colaba en las rectas y se apartaba en el último momento para que pudiera dar la vuelta. Iba con ropa normal, pero me aseguré de llevar pantalones cortos y una camiseta fina para no pesar demasiado. E incluso en las rectas, iba con la cabeza agachada. No me andaba con chiquitas”.
Para Bearman, ese reto no fue sólo una forma de olvidarse de su trabajo diario y recargar las pilas después de una ajetreada primera mitad de su curso de novato, sino también de volver a conectar con el nivel de base que le hizo enamorarse del automovilismo en primer lugar.
Oliver Bearman, Haas F1 Team
Foto: Erik Junius
“Siempre me ha gustado mucho el karting. Allí era increíble y además era un país precioso. Era realmente la forma perfecta de pasar el tiempo libre”, dijo. “No tenía pensado ir a correr en karts casi todos los días, pero no es algo malo, ¿sabes?”.
“Está en la sangre y te lleva de vuelta al lugar donde empezaste y amas tanto este deporte. Fue muy agradable hacerlo, pero también lo fue tomarse una semana de descanso y no pensar en las carreras sin dejar de ser competitivo y disfrutando de la conducción. Y reflexionar sobre el difícil fin de semana de Silverstone. Pero ahora, estaba deseando llegar a Spa”.
A Bearman le queda una pregunta tras su exitosa misión. ¿Cómo logró el fenómeno local del karting sueco una vuelta que llevó a Bearman al límite?
“No lo sé. Debería estar en la F1”, se ríe. “O pesa 20 kilos, que es lo único que se me ocurre.
“Creo que el problema fue que hacía demasiado calor. Les dije que si no iba a batir el récord de vuelta, volvería a la mañana siguiente, a las seis o las siete, cuando hiciera mucho frío”.
“Al parecer, ese tipo hizo el récord de vuelta en abril o mayo, cuando hace como 20 grados bajo cero. Así es como lo hizo, creo. ¡Esa es mi excusa!”
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