Se trataba de un correo electrónico anónimo, cuya dirección contenía la fecha del 29 de febrero, y se envió a más de un centenar de altos cargos de la Fórmula 1, incluidos directores de equipo, periodistas y propietarios. Llegó a las 18:22 hora local de Bahrein, antes de la primera carrera de la temporada, y contenía un enlace a Google Drive y el mensaje “tras la reciente investigación y declaraciones de Red Bull, le interesará ver el material adjunto”.
El contenido de la unidad eran imágenes de una serie de intercambios de fotografías inconexas de WhatsApp. El asunto del correo electrónico era “Pruebas de la investigación de Christian Horner”.
Resulta difícil creer que hace doce meses el responsable de Red Bull viera cómo su integridad y su posición en la escudería se ponían seriamente en entredicho tras la denuncia por un comportamiento inapropiado por parte de una empleada. Christian Horner, que acabó absuelto de la propia investigación interna solo 24 horas antes, siempre negó cualquier hecho, pero se encontraba en el centro de una intensa polémica.
Sus oponentes pedían a gritos transparencia. Jos Verstappen afirmó que la propia presencia del británico en el equipo, del que es director desde enero de 2005, lo estaba destrozando. El inglés se negó a comentar el correo electrónico o su contenido, pero su publicación provocó un gran revuelo en la sala de prensa, y lo que siguió fueron semanas de especulaciones, audiencias legales y acusaciones de que el conjunto de las bebidas energéticas estaba implosionando.
Doce meses después de la publicación del correo electrónico, ¿en qué punto nos encontramos?
El 8 de agosto del año pasado, la mujer que protagonizó las acusaciones sobre el comportamiento de Christian Horner vio cómo se desestimaba su recurso. La denunciante ejerció su derecho de recurso tras la desestimación de la reclamación inicial.
En un comunicado de Red Bull GmbH, la empresa matriz del equipo de carreras, con sede en Austria, se afirmaba lo siguiente: “La reclamante ejerció su derecho a apelar, y la apelación fue llevada a cabo por otro KC independiente. Todas las etapas del proceso de apelación han concluido, con el resultado final de que la apelación no se mantiene. Las conclusiones del KC han sido aceptadas y adoptadas por Red Bull. El proceso interno ha concluido”.
Christian Horner se benefició de su relación con el propietario tailandés de la compañía, Chalerm Yoovidhya, que posee una participación del 51% en la empresa. El mandamás estuvo junto al británico en el Gran Premio de Bahrein del año pasado, en una evidente muestra de apoyo tras las acusaciones, y su relación se fortaleció a raíz de ello.
Antes del evento de presentación del nuevo curso en el O2 de Londres, el responsable de la escudería habló con la prensa, donde se mostró relajado y abordó las turbulencias de hace doce meses. Comentó sobre “una motivación real en el equipo” para asegurar que volverían a tener los dos trofeos en la vitrina a final de temporada.
Cuando se le preguntó si quería demostrar algo a los que le criticaban desde la barrera, añadió: “No creo que tengamos nada que demostrar. Creo que vamos a salir ahí fuera a competir, y a disfrutar de nuestras carreras”.
Parece motivado y vigorizado por el reto que tiene por delante. En todo caso, su posición se mantuvo sin sufrir consecuencias.
El 1 de mayo, Adrian Newey anunció que dejaría de trabajar en el coche de Fórmula 1 de Red Bull y que abandonaría la empresa en 2025. Más tarde se supo que se incorporaría a Aston Martin. La marcha del ingeniero fue, de manera comprensible, una noticia impactante que apuntaba a la ruptura del exitoso equipo de gestión de Milton Keynes.
¿Cómo se las arreglará el equipo sin el mejor diseñador de la historia?
El 1 de agosto, el director deportivo, Jonathan Wheatley se convirtió en el segundo empleado con muchos años de servicio en anunciar que dejaba el equipo, para unirse al proyecto de Audi. Llevaba en Red Bull desde 2006, el mismo año que Adrian Newey, y fue una pieza fundamental en el éxito del conjunto.
Es probable que esta temporada veamos hasta qué punto son claves sus salidas. La opinión desde fuera del equipo es que sería una pérdida indudable, pero de manera interna, se retrató como una limpieza de lo que ya no iba a dar más rendimiento.
Hace un año, era explosiva. Se habría dicho que era irreconciliable. Ahora, lo creas o no, los dos no solo se hablan, sino que están a punto de reunirse para cenar.
De manera increíble, dadas las grandilocuentes afirmaciones hechas por el neerlandés sobre que a su hijo no le quedaba más remedio que alejarse del equipo, y una pelea un poco embarazosa sobre una aparición en la exhibición de las leyendas en el Gran Premio de Austria, donde Christian Horner tuvo algún problema con Jos Verstappen conduciendo uno de sus monoplazas por la pista, los dos están hablando.
Al igual que en el caso anterior, ambos enterraron el hacha de guerra. En lo que parecía una reconciliación imposible, hubo un acuerdo amistoso para deshacerse de Daniel Ricciardo por Liam Lawson, que desde entonces ascendió para reemplazar a Sergio Pérez.
El conflicto interno hizo que Max Verstappen se viera inmerso en un inoportuno tira y afloja entre su padre y su director de equipo la temporada pasada. La tensión era comprensible, pero aún así fue capaz de cumplir, a pesar de la presión de Lando Norris, para ganar su cuarto título consecutivo.
Las casas de apuestas da como favorito al británico para hacerse con la corona esta vez, pero había algo en el estado de ánimo del holandés durante las pruebas de pretemporada que resultaba refrescante. Se le notaba animado, a pesar de no haber marcado tiempos que acapararan titulares.
¿Hizo Red Bull haciendo ‘sandbagging’? Tal vez, pero había una sensación diferente de Max Verstappen. Se tomó los abucheos del O2 Arena de Londres con calma, y no respondió a las críticas de George Russell sobre su estilo de conducción. Se le ve seguro.
En última instancia, a pesar de la agitación de los últimos doce meses, Red Bull parece bastante sólido como equipo de cara a la nueva temporada.
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En este artículo
Ben Hunt
Fórmula 1
Christian Horner
Red Bull Racing
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