Tras una etapa con Honda que les otorgó cuatro títulos de pilotos y dos campeonatos de constructores, Red Bull competirá con sus propios motores en 2026. La escudería lo hará en asociación con Ford, que regresa a la Fórmula 1 bajo esta alianza. Aunque el director de Ford Performance, Mark Rushbrook, reconoce que el proyecto tiene —como dijo Toto Wolff en Zandvoort— ‘el Monte Everest’ por escalar, considera que la preparación ha sido óptima.
‘Las cosas van según lo previsto, y estamos donde tenemos que estar, pero, por supuesto, todo cobrará sentido cuando el coche esté en la pista. Esos serán un día y una semana importantes. Solo entonces veremos si todo el trabajo de los últimos tres años da sus frutos’, comenzó Rushbrook en una entrevista exclusiva con Motorsport.com. El primer test importante será el de invierno en Barcelona, que —también para la prensa— tendrá lugar completamente a puerta cerrada, del 26 al 30 de enero.
Preguntado por si Ford siente nervios ante ese test, Rushbrook continuó: ‘Bueno, siempre hay algo de nerviosismo cuando un coche o un motor nuevo sale a la pista por primera vez. Nuestras herramientas informáticas son buenas para diseñar, nuestros laboratorios son buenos para desarrollar y calibrar el hardware, pero no se ha visto todo hasta que realmente se pone en marcha en la pista. Podemos simular muchas cosas en nuestro entorno virtual, pero la cuestión sigue siendo si vas a ver en el circuito cosas que no has podido ver en los laboratorios’.
Rushbrook explicó que el desarrollo del motor de 2026 ha ido paso a paso: buscar un poco más de potencia, luego asegurar que la fiabilidad esté al mismo nivel y, una vez logrado, volver a intentar encontrar más potencia. Además, en la última fase, la atención se ha centrado también en la facilidad de conducción, la sensación del piloto al volante y hasta qué punto el motor es fácil de usar.
‘Todo gira en torno a la potencia, las prestaciones, la fiabilidad y, por último, la facilidad de pilotaje. Hemos cumplido los plazos y objetivos que nos fijamos al principio del programa. En los últimos meses, el trabajo se ha centrado principalmente en la calibración’, detalló Rushbrook sobre el proceso de Red Bull Powertrains. ‘Una parte se puede hacer con modelos informáticos, otra en el laboratorio y otra con los pilotos en el simulador. Ahí es donde nos centramos ahora’.
En cuanto a la potencia pura, Rushbrook afirmó que los objetivos internos se han cumplido, aunque se desconoce dónde los han establecido Ferrari, Honda o Mercedes. ‘Básicamente, nos basamos en las normas que todo el mundo debe respetar. A partir de ahí, se puede calcular lo que es teóricamente posible, y eso constituye el objetivo final’, continuó. ‘Como resultado, creo que todo el mundo ha apuntado más o menos a lo mismo. Es probable que todos los ingenieros hayan llegado a estimaciones similares, ya que todos se rigen por las mismas leyes físicas’.
El ingeniero jefe de Red Bull, Paul Monaghan, insinuó en Las Vegas que tendría sentido para la escudería estar ligeramente por detrás de los fabricantes ya establecidos en el motor de combustión interna (ICE), dado que este no ha cambiado por completo respecto al reglamento anterior. ‘Entonces sería mínimo, creo’, respondió Rushbrook. ‘Porque sí, otros fabricantes tienen años de experiencia, pero con las reglas para 2026, es algo ligeramente diferente. Y, por supuesto, también hemos reunido a mucha gente experimentada de diferentes programas. Así que, aunque estemos un poco por detrás con el motor de combustión, creo que no será mucho, y podremos compensarlo en todas las demás áreas’.
Además, la FIA ha ideado una red de seguridad para el motor de combustión interna, el llamado sistema ADUO. Tras tres periodos de seis carreras cada uno (1ª-6ª, 7ª-12ª, 13ª-18ª), se realizará un balance. Los fabricantes que estén entre un 2% y un 4% por debajo del mejor ICE en términos de potencia pura obtendrán una mejora extra. Los que estén más de un 4% por detrás obtendrán dos oportunidades de actualización.
Esto debería evitar una repetición de 2014 —cuando el dominio de Mercedes se consolidó durante años—, algo positivo para el deporte, según Rushbrook. ‘Creo que la configuración actual es buena, sí. Al fin y al cabo, ¿no es positivo para el deporte en su conjunto? Queremos que todo el mundo tenga la oportunidad de ser competitivo. Así que añadir algo así al reglamento, creo que es bueno para el deporte’.
La FIA rechaza que los aficionados llamen al ADUO una especie de Balance of Performance, y Rushbrook comparte esa visión. ‘No, definitivamente no es un Balance de Rendimiento. Corremos en campeonatos diferentes, y para algunas categorías un BoP es apropiado, simplemente si miras de qué tipo de campeonato se trata. En las carreras de resistencia, todo el mundo se presenta con un coche y una arquitectura tan diferentes que sí encajan. Pero esto [la Fórmula 1] es una batalla tecnológica basada en el reglamento’.
La pregunta clave es cómo Red Bull-Ford puede salir vencedor en esa ‘batalla tecnológica’. Quedan interrogantes hasta el test de Barcelona, y quizás incluso hasta el inicio de la temporada en Australia, pero al menos Rushbrook está satisfecho con los preparativos en Milton Keynes. Sí, Wolff tenía razón con su comentario sobre escalar el Everest, pero por ahora la marca americana es cautelosamente optimista. ‘Lo que dice Toto es cierto, ¿no? Pero como he dicho antes, estamos trabajando con una combinación de personas de diferentes programas. Creemos que estamos en buena forma, pero por supuesto solo lo veremos en la práctica’.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**

