Slate es una compañía que aparentemente ha salido de la nada, aunque lleva varios años desarrollando en silencio su primer producto, un pick-up barato que está dando mucho que hablar, y cuenta detrás de ella con capital aportado por personas como Jeff Bezos, CEO de Amazon. Su primer coche quiere revolucionar el mercado y ahora la CEO de la compañía, Chris Barman, ha hablado sobre cómo quieren conseguirlo.
Hay que recordar que el Slate (no se le ha dado otro nombre) tiene un precio de venta que arranca en 25.000 dólares, gracias en parte a las ayudas estatales de 7.500 dólares que Estados Unidos confiere a los automóviles producidos dentro de sus fronteras. Se trata de una cuantía muy por debajo del precio medio de un eléctrico en EE.UU., que es de 59.000 dólares, y está todavía más alejado de los más de 100.000 dólares que se pide por modelos como el Tesla Cybertruck o el Ford F-150 Lightning.
Barman ha hablado con Business Insider acerca del proyecto, de su enfoque y de cómo creen que su automóvil puede causar un impacto en el mercado.
Para empezar, cree que el Slate responde a una demanda de los clientes para los que no hay oferta: “Hay una enorme cantidad de personas que buscan un transporte seguro, fiable y asequible; simplemente no hay muchas alternativas”. Y es que la oferta de vehículos eléctricos en Estados Unidos es mucho más reducida que la existente en territorio europeo, además de que está centrada en modelos con un coste más elevado.
Por eso, había una oportunidad de negocio, que decidieron aprovechar. Eso sí, para conseguirlo, el proyecto debía estar guiado por la sencillez, algo que no es habitual en los coches modernos.
“Crecí en una granja. Mi primer coche fue una camioneta Ford Ranger de 1984, con transmisión manual de cinco velocidades, elevalunas manuales y sin aire acondicionado. Era un medio de transporte básico, pero me encantaba la libertad que me daba para ir a todos lados y hacer cosas”, explica Barman.
Es algo que con el tiempo se ha perdido, pues los coches modernos van cargados de sistemas que, aunque mejoran muchos aspectos, en ocasiones son triviales y lo único que hacen es encarecer el precio del automóvil.
Es precisamente de eso de lo que querían librarse, para poner en el mercado un vehículo que cubriera las necesidades de los clientes, pero que pudiera cumplir también con las exigencias de presupuesto que buscaba la compañía.
Un ejemplo de ello es que el coche tiene una llave convencional, porque, aunque es más difícil de usar en la noche, es mucho más barata que utilizar una cerradura táctil, y la diferencia de comodidad de uso entre una y otra no justifica lo que supondría para el precio. “Este es solo un ejemplo de cómo analizamos cada sistema y analizamos con mucha atención lo que significa optimizar el costo del vehículo”, explica.
El aspecto más destacado del pick-up es su concepción como vehículo que está prácticamente “en los huesos”, para conseguir el mencionado precio de partida tan bajo, pero que luego ofrece una enorme cantidad de opciones de personalización para que cada uno configure su vehículo completamente a su gusto.
Barman señala que esto “le da libertad a los propietarios para elegir qué accesorios quieren poner en el vehículo, ya sea al momento de la compra o con el tiempo, dependiendo de su presupuesto. Es un cambio de paradigma completo en la experiencia de compra de automóviles”.
Y es que la personalización está a la orden del día, pero nunca se ha visto a los niveles que ofrece este vehículo, pues más allá de opciones estéticas, directamente se puede cambiar su carrocería entre pick-up o SUV, se pueden eliminar las puertas o el techo, etc.
Además, la clave es que esos accesorios no tienen que estar necesariamente instalados de fábrica, pueden añadirse o reemplazar a otros ya existentes también más adelante: “Puede ser que estuvieran solteros cuando compraron la camioneta, se casaron recientemente y, unos años después, tienen una familia y, en lugar de tener que cambiarla por un vehículo completamente nuevo, pueden convertirla en un SUV para cinco pasajeros y seguir usándola”, comenta.
Solo está disponible con un motor de 204 CV (150 kW) y tracción trasera, anunciando una aceleración de 0 a 100 km/h en 8 segundos y una velocidad máxima de 144 km/h. Puede estar alimentado por dos baterías diferentes, ambas NMC. La primera tiene una capacidad de 52,7 kWh y homologa una autonomía de 241 km. La segunda es de 84,3 kWh y su autonomía es de 386 km. Tanto la una como la otra son compatibles con carga rápida de hasta 120 kW, con la que rellenan del 20 al 80% de su capacidad en media hora.