Lewis Hamilton calificó su temporada 2025 en la Fórmula 1 como una ‘pesadilla’, la peor de su carrera. El siete veces campeón del mundo terminó sexto en la clasificación general, 86 puntos por detrás de su compañero en Ferrari, Charles Leclerc, y, por primera vez desde su debut en 2007, no logró ningún podio en una temporada completa.
El piloto de 40 años no esperaba este inicio con la Scuderia, especialmente tras un comienzo prometedor. Tras superar la expectación por su fichaje desde Mercedes, Hamilton demostró rapidez de inmediato, logrando una victoria en sprint desde la pole en la segunda carrera, en Shanghái.
El británico declaró que ese fin de semana por fin ‘sentía’ el SF-25, y que su triunfo acalló temporalmente a los críticos que cuestionaban su rendimiento desde el inicio de la era del efecto suelo en 2022.
Sin embargo, ese éxito resultó ser una excepción. El Ferrari de 2025 carecía de ritmo constante y sus pilotos luchaban por encontrar regularidad, agravado por un cambio de suspensión contraproducente. A esto se sumó el complejo proceso de adaptación de Hamilton, tras 12 temporadas de récords con Mercedes. ‘Llegué con la mente muy abierta’, admitió en mayo. ‘No sabía lo difícil que iba a ser. Es tan desafiante como podría serlo en todos los frentes’.
Con Hamilton necesitando tiempo para adaptarse, no sorprende que Leclerc, integrado en Ferrari desde 2019 y en su estructura desde 2016, lograra maximizar el potencial del coche. Mientras el monegasco rendía, Hamilton enfrentaba obstáculo tras obstáculo. La situación se complicó aún más cuando Ferrari congeló el desarrollo del monoplaza a mediados de 2025 para centrarse en el cambio de reglamento de 2026.
El inglés tuvo que conformarse con un coche diseñado sin su aporte y quedó atrapado en la zona media del campeonato. Tras unos resultados aceptables a finales de primavera (cuarto en Austria y Silverstone, tercero en el sprint de Miami), su rendimiento se desplomó a partir de agosto.
Sufrió un accidente en Zandvoort, desobedeció una orden de equipo en Bakú y se convirtió en el primer piloto titular de Ferrari en sufrir tres eliminaciones consecutivas en la Q1, desde Las Vegas hasta Abu Dhabi. En sus cada vez más escuetas y pesimistas intervenciones ante la prensa, era evidente que solo deseaba que terminara la temporada.
Su actitud negativa llegó a irritar incluso al presidente de Ferrari, John Elkann, figura clave en su fichaje. El movimiento, gestado durante años, es crucial para un equipo que lleva 17 años sin un título mundial. Sin embargo, 2026 trae una nueva esperanza: un cambio reglamentario y un monoplaza en cuyo desarrollo Hamilton ha participado. Con el piloto ya más adaptado al equipo, la próxima temporada será decisiva para responder a las dudas sobre su futuro en la Scuderia.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**
