Un abatido Lewis Hamilton no pudo contener su decepción después de terminar quinto en el Gran Premio de Italia del domingo en Monza.
El siete veces campeón del mundo de Fórmula 1 disfrutó de un par de victorias sorprendentes a principios de este verano, ganando tanto en Silverstone como en Spa-Francorchamps antes del receso de mitad de temporada, pero el resurgimiento de Mercedes se ha visto sofocado desde el regreso de la F1.
Después de cruzar la línea de meta en un modesto octavo lugar en Zandvoort el fin de semana anterior, Hamilton no pudo luchar por la victoria en Monza, con el W15 de Mercedes significativamente por debajo de la velocidad de larga distancia establecida por los líderes McLaren y los eventuales ganadores Ferrari.
“Lo único positivo es que tenemos una buena fiabilidad, pero todos los que nos rodeaban también”, dijo después de la carrera. “En última instancia, hoy no teníamos el ritmo de carrera, no estoy seguro de por qué”, agregó.
Hamilton, que ha sumado más puntos que ningún otro piloto en los cinco grandes premios disputados entre España y Bélgica, ya no se acerca a los pilotos de Ferrari y McLaren que le preceden en la clasificación, sino que se aleja cada vez más a medida que sus rivales siguen consiguiendo mejoras de rendimiento.
Aunque Mercedes se había recuperado para volver a ponerse al frente de la parrilla con un ritmo de desarrollo impresionante al principio de la campaña, su progreso parece haberse visto frenado al menos por ahora, dejando a Hamilton y a su compañero de equipo George Russell luchando por los puntos en la parte superior de la mitad de la parrilla en lugar de las victorias que ambos desean.
El bajón de forma parece ser parte de lo que se ha convertido en un ciclo de desarrollo cada vez más volátil en la Fórmula 1. El orden de salida desde el principio de la temporada, que tenía a Red Bull al frente, seguido de Ferrari, luego Mercedes y con McLaren más atrás, ha comenzado a cambiar drásticamente de un fin de semana a otro.
Aunque McLaren parece haber sido consistentemente el coche más rápido o el segundo más rápido desde el Gran Premio de Miami, el ritmo de Red Bull ha caído en picado, lo que los ha hecho retroceder constantemente, mientras que la velocidad de Ferrari y Mercedes ha variado significativamente de una pista a otra.
Eso ha dificultado que Hamilton y muchos de sus rivales mantengan algún tipo de impulso: una semana pueden volar en cabeza, la siguiente luchando con los perdedores para sumar puntos mediocres.
Después de la carrera, Hamilton se apresuró a señalar que Mercedes simplemente no pudo igualar el ritmo de los Ferrari, que estaban usando nueve mejoras en sus coches en su suelo natal y pudieron igualar el ritmo de McLaren durante largos períodos mientras ganaban por primera vez en ocho grandes premios.
“Incluso si hubiera comenzado más adelante en la parrilla, los Ferrari habrían salido adelante. Ellos tuvieron más ritmo que nosotros este fin de semana: ellos tenían una mejora y nosotros no, así es como funciona”, declaró.
“Era inevitable que fueran más rápidos que nosotros, pero me hubiera gustado que estuviéramos más cerca y más en la lucha. Tuvimos más degradación que los coches de delante”, mencionó.
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