Stoffel Vandoorne, piloto probador de Aston Martin, completó el test postemporada en Abu Dhabi, acumulando 108 vueltas al volante de un coche mula configurado para simular la normativa de 2026. Esta adaptación incluyó un alerón más pequeño y una altura de conducción diferente, reduciendo significativamente la carga aerodinámica.
Vandoorne describió la experiencia como positiva, aunque desafiante: «No es nada fácil. Hace que el coche sea más difícil de conducir. Es más fácil cometer errores y todo se siente más inestable. Como piloto, tienes que recalibrarte». Aclaró que el coche mula, al no estar diseñado para operar con tan poca carga, no es óptimo, pero los datos recogidos son valiosos para mejorar la correlación en el simulador durante el invierno.
Basándose en sus sesiones de simulación con los modelos de 2026, el piloto belga anticipa una Fórmula 1 radicalmente diferente: «Será totalmente distinta a los coches actuales. Mucho menos carga aerodinámica, más rápido en las rectas y más difícil de conducir. El coche nuevo desliza más, con más subviraje y sobreviraje. Básicamente, habrá más problemas que a los que los pilotos están acostumbrados».
Un aspecto clave será la gestión de la energía. Vandoorne coincide con Carlos Sainz en que los pilotos más inteligentes, con mayor capacidad de procesamiento durante la carrera, podrán sacar ventaja. «El despliegue de energía será totalmente distinto. Habrá más energía eléctrica y su distribución puede variar mucho entre equipos. Si la usas más en una recta, tendrás una penalización en otra parte del circuito», explicó.
Para los espectadores, estos cambios prometen un espectáculo renovado, aunque los neumáticos, según Vandoorne, no sufrirán alteraciones significativas: «No son muy diferentes de los actuales. Se han ajustado un poco para la menor carga aerodinámica, pero la sensación y cómo funcionan es casi igual».
**REDACCIÓN FV MEDIOS**
