20 años de batería para tu coche eléctrico: los trucos y consejos para que dure tanto o más que un coche de gasolina
La evolución tecnológica en el ámbito de los coches eléctricos avanza a un ritmo vertiginoso. Actualmente, el debate no se limita solamente a la búsqueda de autonomías más amplias o al desarrollo de nuevas baterías innovadoras, como las baterías sólidas, sino que también abarca mejoras significativas en la degradación de estas, ya sea por envejecimiento o por el kilometraje. Gracias a estos avances, las baterías pueden ser utilizadas durante más de 20 años.
Un reciente estudio llevado a cabo por Geotab, una empresa británica especializada en la gestión de flotas, analizó más de 10,000 vehículos eléctricos. Según sus hallazgos, la degradación media anual de la batería de un coche eléctrico se sitúa en 1.8%, lo que representa una mejora considerable en comparación con el 2.3% registrado en 2019 durante un estudio similar. Esto sugiere que, tras 20 años de uso, la batería de un coche eléctrico puede conservar más del 64% de su capacidad, superando así la vida útil promedio de un coche de gasolina en Estados Unidos, que es de aproximadamente 14 años.
Además, Geotab destaca que las averías en las baterías de coches eléctricos son cada vez menos frecuentes, ocurriendo en menos del 0.5% de los casos. Sin embargo, la degradación de las baterías puede verse influenciada por diversos factores, lo que subraya la importancia de seguir ciertos trucos y consejos para maximizar su vida útil.
Uno de los consejos más relevantes es evitar, en la medida de lo posible, las temperaturas extremas en España, especialmente las más elevadas. El estudio indica que la exposición a temperaturas medias superiores a 27ºC provoca una mayor degradación de las baterías. Por ello, se recomienda estacionar el coche eléctrico en un garaje, donde estará protegido de cambios bruscos de temperatura.
Asimismo, se ha comprobado que las cargas rápidas pueden acelerar la degradación de las baterías. Por lo tanto, siempre que sea posible, se aconseja optar por recargas lentas en lugar de cargas rápidas, que generan calor en las baterías.
Otro consejo esencial para los propietarios de coches eléctricos es mantener la carga de la batería entre el 20% y el 80%. Permitir que la carga baje por debajo del 20% o cargarla por encima del 80% puede estresar la batería. Así, a menos que sea necesario, como al iniciar un viaje largo, es recomendable mantener la carga dentro de estos márgenes.
Curiosamente, el uso frecuente de un coche eléctrico no afecta negativamente a la degradación de su batería. De hecho, mantener un uso regular del vehículo y realizar cargas de forma constante fomenta lo que se denomina «salud óptima» de la batería. En contraste, la inactividad prolongada puede reducir la eficiencia de la batería.
Editado con FGJ CONTENT REWRITER
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