«El gigante de las baterías incursiona en la fabricación de automóviles con un innovador chasis tecnológico»

CATL, el gigante chino de las baterías, acaba de dar un paso más en el sector automotriz con el lanzamiento del «Bedrock Chassis», un chasis que la compañía china define como «el primer chasis tipo monopatín ultraseguro del mundo».
Este nuevo chasis, que se ha presentado en un evento en Shanghái, promete transformar el diseño y la fabricación de vehículos eléctricos con un enfoque en la seguridad, la modularidad y la personalización. Pero no se han olvidado de la autonomía, pues este chasis puede alojar baterías que ofrecen más de 1.000 kilómetros de autonomía.
Inspirado en el concepto de chasis tipo monopatín, presentado originalmente por General Motors en 2002, el Bedrock Chassis de CATL permite desacoplar fácilmente la parte superior de la carrocería del chasis. Este diseño no solo mejora la seguridad, sino que también acelera el desarrollo de nuevos modelos, reduciendo el tiempo de producción desde los 36 meses habituales a apenas 12-18 meses.
Un chasis tipo monopatín (o skate) es una plataforma modular y plana, diseñada específicamente para coches eléctricos, con las baterías integradas en el suelo y los motores eléctricos montados en los ejes. Su nombre se debe a la similitud en las formas con un patinete convencional, alargado y con una superficie plana. Este diseño optimiza el espacio interior del vehículo, mejora la dinámica de conducción gracias a su bajo centro de gravedad y permite a los fabricantes producir muchos modelos diferentes a partir de una misma base, reduciendo costes. Además, su estructura protege las baterías y facilita futuras actualizaciones. La suma de todo ello ha convertido este tipo de chasis en el estándar para los vehículos eléctricos.
La clave del Bedrock Chassis radica en su integración directa de las celdas de la batería con el chasis, una tecnología que se conoce como cell-to-chassis. Este enfoque no solo optimiza el espacio, sino que también redefine los estándares de seguridad: el chasis puede absorber el 85% de la energía de colisión, superando con creces el 60% de los chasis tradicionales.
Para demostrar su resistencia, CATL enseñó el vídeo de una prueba extrema, en la cual un prototipo construido sobre esta plataforma soportó un impacto frontal a 120 km/h sin incendiarse, explotar ni sufrir fugas térmicas.
La estructura del chasis, inspirada en un caparazón de tortuga, utiliza materiales de ultra alta resistencia como acero de grado submarino y aleaciones de aluminio aeroespacial. Además, integra múltiples barreras para aumentar la rigidez, garantizando la máxima protección para los ocupantes y el sistema de propulsión.
Otro aspecto revolucionario es su sistema de desconexión de alto voltaje, que apaga los circuitos en tan solo 0,01 segundos tras un impacto y elimina la energía residual en 0,2 segundos, estableciendo un récord en la industria.
El chasis también está preparado para soportar capacidades de conducción autónoma de nivel 3 y 4, gracias a su enfoque en el desacoplamiento mecánico y de software. Esto refuerza su versatilidad en un mercado que exige cada vez más soluciones inteligentes y adaptables para reducir costes.
El primer fabricante en adoptar esta tecnología será Avatr Technology, una subsidiaria de Changan Automobile. Aunque todavía no se ha anunciado cuándo se lanzará el primer modelo con esta plataforma, esta colaboración marca el inicio de una nueva etapa para CATL, que busca ampliar su influencia más allá de las baterías y entrar de lleno en el diseño y fabricación de vehículos.
Con una cuota alrededor del 37% en el mercado global de baterías y el título de mayor fabricante del sector, CATL sigue presentando novedades incensantemente. La semana pasada, también presentó su sistema estandarizado de baterías Choco-SEB, capaces de recuperar el 100% de la autonomía en 1 minuto. Sí, has leído bien.
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